Aun no lo puedes creer, porque tú, entre tantos ¿te preguntas? Y es que fuiste elegido abanderado. Tú modestia y humildad no te permiten, ver que tú, un niño amable, bueno y con altos valores, también buen estudiante. ¿En qué mejores manos estaría nuestra bandera amada? Las tuyas ya la esperan.
¡Felicitaciones para ti, abanderado! Nadie mejor que tú, para llevarla, camina erguido, altivo y lleno de confianza, que el tesoro que llevas en las manos, como tantos antes que tú, será honrado apropiadamente con admiración y respeto, con amor y esperanza. Muchas felicidades por este logro y sigue así!